por Cristina Arguello, Juan José Pardal y Susana Reggiori
En 1880 los esposos Nicanor Arévalo y Juana Fernández, compran a los hermanos Talbot la propiedad. En 1884 hereda la Suerte nº 31 su hija Carmen Arévalo, quien en 1887 la vende a Jorge H. Read y Guillermo Rickets, en 1899 queda con la propiedad el Sr. Jorge H. Read.
Mientras tanto llega el ferrocarril al país. La Ley Nacional del 17 de enero de 1899 sostiene que los rieles debían arrancar en las inmediaciones de la estación San José de la Esquina (Santa Fe) y empalmar con el ferrocarril de Villa María a Rufino; se haría cargo la empresa Oeste Santafesino, cosa que no se concretó, en 1900 se hace cargo del proyecto el Central Argentino.
Dicha empresa compra terrenos en el departamento Unión, consta en Catastro que el 19 de marzo de 1902 el Sr. Darío Ortíz en representación del Sr. Jorge H. Read vende a la compañía “Ferrocarril Central Argentino limitada”, la fracción de terreno de su propiedad que forma parte del establecimiento de campo denominado “Monte Maíz” situado en la Pedanía Ascasubi, departamento Unión jurisdicción de la Pcia. de Córdoba. En total son dos parcelas, una se utilizaría para establecer la estación ferroviaria.
El 31 de marzo de 1902 Enrique García, apoderado de Diego Senior Agar y éste representante de Mal ComCross vende al Central Argentino una porción de terreno del campo denominado Monterrey (hoy un barrio del pueblo). Suerte N° 33
Monte Maíz se extendió al norte de la estación y Monterrey al sur. En ambos casos, Esteban Lambert se encargaba de llevar a cabo operaciones inmobiliarias, tanto como propietario o como apoderado de George H. Read
Se toma el 1 de julio de 1902 como fecha fundacional de Monte Maíz, porque en esa fecha se elabora el primer plano con la demarcación del pueblo, por el agrimensor Enrique Glade, a los que se une que el mismo día llegó a la población la primera máquina del ferrocarril conducida por Juan Peressin.
En 1903 se habilitó la oficina de Correos en la casa de negocios de los Hermanos Bisiach. En el mismo año se nombra al Sub-comisario Arturo César, en renuncia del anterior, que no conocemos el nombre. También Carlos Pallavicini abre su negocio de Ramos Generales, en la esquina de Entre Ríos y Jujuy, hasta el año 1913, luego continúan sus descendientes.
En 1904 cuenta el pueblo con 400 habitantes, se coloca la piedra fundamental de la Iglesia. En 1907 encontramos la oficina de Registro Civil y la primer institución mutualista y deportiva, la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos. En este mismo año comienza sus actividades educativas la escuela Nacional Nº 11, que surge por Ley Nº 4349/1906.
En 1908 “El tiro al Blanco Gral. San Martin”, en 1909 funciona la escuela Láinez.
En la guía comercial de 1912 Monte Maíz figura con cuatro negocios de Ramos Generales, seis de despacho de bebidas, tres fondas y dos casas de billar.
Los almacenes de ramos generales eran los negocios estrechamente vinculados con la actividad agropecuaria de los alrededores donde tanto estanciero, colono y peón hallaban todo lo que necesitaban.
Los despachos de bebidas y billares formaban parte de la vida cotidiana. Las fondas eran quienes brindaban un lugar donde poder comer y hasta dormir al ocasional pasajero, agente de negocios o cualquier persona que debiera hacer un alto en el camino.
En 1913 se crea el curato de San Antonio con centro en Isla Verde. Y se halla incluida entre otras poblaciones Monte Maíz.
En 1914 se habilita el cementerio. En 1917 surge la Biblioteca Popular Mitre. En 1918 el Registro Civil; nuestra historia institucional se produce más adelante (1925).
Así se fue poblando por vecinos de las colonias, algunos venían de la provincia de Santa Fe, Entre Ríos, Uruguay, Italia, y la llegada del tren fue el factor principal para asentarse en forma definitiva.
Como otras localidades del sur-este de la provincia de Córdoba, Monte Maíz nació al amparo del tendido del ferrocarril y la colonización agraria.
Primera Parte
Material consultado: Revista de la Junta Provincial de Historia Nº 24/2007. Monte Maíz, un pueblo con historia Eduardo G. S. Gould. Estancias en el límite “Monte Maíz y Monte Molino” Carlos Sebastián Santa Coloma.