José Evaristo Uriburu de vacaciones en Punilla

Carlos Paz Córdoba

por Jorge Enrique Etchevarne

Esta es una historia que, de no mediar el hallazgo fortuito de una breve noticia publicada en un viejo diario santafesino, no se recordaría.

Se trata de un viaje que realizó a nuestras sierras el Presidente de la República, José Evaristo Uriburu, en diciembre de 1895.

No fue un viaje oficial, ya que Uriburu se encontraba apartado de sus funciones. En los meses anteriores había contraído una enfermedad pulmonar, de la cual se estaba recuperando, aunque muy lentamente.

En estas circunstancias, el general Julio Argentino Roca ─que era titular del Senado y ejercía provisoriamente la presidencia─, le aconsejó tomarse unas vacaciones en las sierras de Córdoba, pues, como bien sabía el influyente militar, nuestra región se caracteriza por gozar de un clima benéfico para tratar afecciones respiratorias.

En esa época, las sierras de Córdoba ya eran visitadas por enfermos con patologías respiratorias, y que contaban con recursos económicos suficientes para permanecer en ella un tiempo prolongado, convencidos de que el clima ayudaría a restablecer su salud, y aún podría curarlos.

El lugar recomendado por el general Roca para descanso del doctor Uriburu fue Capilla del Monte, un tranquilo pueblo de 800 habitantes (Censo Nacional de 1895), localizado en el norte del valle de Punilla, desplegado al pie del cerro Uritorco.

Aquí, el año anterior, se había inaugurado el “Gran Victoria Hotel”, un establecimiento de categoría que estaba a la altura de la investidura presidencial.

Roca lo habría conocido personalmente durante una gira que realizó por Punilla en marzo de 1894.

 

EL PROGRESO DE PUNILLA

Hacia fines del siglo XIX todo era progreso en el valle de Punilla. En poco tiempo, se habían conjugado dos obras de ingeniería que transformaron el paisaje, y que cambiarían para siempre el modo de vida de sus habitantes.

En primer lugar, el dique San Roque y su hermoso embalse, que en 1895 llevaba cuatro años de funcionamiento; y que a pesar de que su construcción estaba envuelta en polémicas y cuestionamientos, era, sin duda, la obra pública de mayor importancia de la época.

Las aguas del río Primero, antes indómitas y caprichosas, habían sido reguladas y encausadas para el riego de las fincas frutihortícolas de “los altos” que rodeaban la capital, e hizo posible el desarrollo de su trama urbana.

A su vez, el ambalse que se había formado con el represamiento de las aguas, se convirtió en una atracción turística que convocaba infinidad de visitantes.

Pero la gran transformación del valle de Punilla se produjo cuando fue construida la línea ferroviaria entre Córdoba y Cruz del Eje.

Con el ferrocarril llegó el progreso a esta zona postergada de la provincia, cuya economía, hasta entonces se basaba en la ganadería rústica, alguna producción frutihortícola, y la explotación ninera.  

Los malos o inexistentes caminos dificultaban movilizar sus riquezas, y la falta de comunicaciones la mantenían en un relativo aislamiento.

Pero desde 1892, cuando se completó la unión de los rieles del Ferrocarril de Córdoba al Noroeste (FCCNA), los trenes hicieron posible que los lentos y fatigosos viajes a caballo o en coches de tiro, que insumían toda una jornada de marcha para llegar a la Capital, fuera posible hacerlos en apenas un par de horas y con toda comodidad.

El transporte de mercaderías, materiales de construcción, rocas de aplicación, etc., entre la región noroeste y la Capital se hizo dinámico y multiplicó su frecuencia. Y el telégrafo, que vino con el ferrocarril, puso fin a la incomunicación.

Pero el ferrocarril no solo fue transporte y comunicaciones; también fue hito fundacional de nuevas poblaciones, tales como La Falda, Valle Hermoso y La Cumbre, por nombrar unas pocas.

Se dieron así las condiciones para el fomento y desarrollo del turismo, una actividad de esparcimiento social que iba en ascenso, aunque en esa época, solo era accesible a unos pocos.

 

TURISMO Y SALUD

A pesar de las recurrentes crisis políticas y económicas que azotaron el país, hacia fines del siglo XIX se había consolidado una clase social enriquecida que demandaba productos y servicios de calidad.

Cuando llegaba el estío, este sector social privilegiado, integrado por familias de profesionales, industriales y comerciantes, escapaba de la calurosa ciudad para refugiarse en los rincones serranos de su preferencia, donde solían permanecer todo el verano.

En la década de 1880 los lugares serranos elegidos eran La Calera, Saldán, Unquillo y Río Ceballos, entre otros; es decir, lo que hoy conocemos como “el corredor de las sierras chicas”.

En la década siguiente, este éxodo se replicó en el valle de Punilla, donde el paisaje estaba enmarcado por las inmensidad de las Sierras Grandes, pululaba la vida silvestre en bosques frondoso, los ríos y arroyos eran más caudalosos, y, sobre todo, había algo intangible que no se veía pero que se supo vender muy bien: “aire puro”.

El convencimiento de que el clima de las sierras podía curar, o al menos mitigar, enfermedades infecto-contagiosas, movilizó recursos del Estado para crear las llamadas “estaciones climatéricas” que se instalaron en distintos lugares.

El turismo, asociado a esta idea de salubridad, comenzó a fluir hacia nuestras sierras, aun antes de la construcción del ferrocarril; pero los veraneantes solo podían llegar con cierta facilidad hasta Cosquín, ya sea utilizando carruajes propios o de mensajerías.

Desde allí en más, el camino que llevaba al norte estaba, por lo general, en mal estado de conservación; y además, los viajeros, antes de continuar su marcha, debían vadear el cauce del río Cosquín sobre un precario puente de tablones de madera unidos por rieles, que durante la época de lluvias permanecía semisumergido en el torrente del río, perspectiva que era intimidante.

La Villa de Cosquín era, por lo tanto, el sitio veraniego más accesible y concurrido del valle de Punilla, donde familias procedentes de distintos puntos del país ─principalmente del litoral─, convergían cada año para pasar aquí sus vacaciones, instaladas en casas de pensión y hospedajes familiares.

 

TODO CAMBIA

Cuando se supo del proyecto para construir el ferrocarril de Córdoba al Noroeste, avispados inversores advirtieron inmediatamente el enorme potencial que tenía el valle de Punilla para desarrollar emprendimientos relacionados con el turismo, en particular la Hotelería.

Compraron fracciones de campos que habían integrado las antiguas estancias, y en lugares privilegiados, ya sea por sus vistas panorámicas o su fácil acceso a los ríos y arroyos, construyeron en poco tiempo establecimientos emblemáticos.

Uno de estosllos fue el constructor italiano Agustín Marcuzzi, quien luego de levantar la estación ferroviaria de Cosquín como contratista, edificó frente a ella un verdadero hotel, el “Mundial”, habilitado en 1894.

Desde la llegada del primer tren (23 de diciembre de 1891), Cosquín, antiguo “pueblo de indios” y luego pequeña villa veraniega, se convirtió en un importante destino turístico.

Pero el progreso no se detuvo en Cosquín. Al norte, el modesto pueblo de Capilla del Monte despertó de su letargo y se sumó a la transformación que se estaba operando a lo largo del valle de Punilla.

En su magna obra “Geografía de la Provincia de Córdoba” (Publicación Oficial,1905) de Manuel Rio y Luis Achával,  quienes habían pasado por Capilla del Monte unos años antes, describieron la evolución del pueblo de esta manera:

Capilla del Monte. Estación de F. C.: 110 km. de Córdoba). Es otra de las localidades sanitarias y veraniegas afamadas de la Provincia, y una de las que han progresado más rápidamente. Su situación es muy pintoresca, sobre colinas y arroyos, en frente de la eminencia más elevada de la Sierra Chica, el Cerro Uritorco. Tiene varios grandes hoteles, instalados con todo género, de comodidades, elegantes chalets, vegetación abundan te, viñedos de importancia, y, por otra parte, Municipalidad, capilla, escuela, subcomisaría, correo y telégrafo.

 

EL GRAN VICTORIA HOTEL

En 1894 se inauguró en Capilla del Monte un gran hotel, prvisto de todas las comodidades y adelantos de la época, tales como baños privados con agua caliente; era el “Gran Victoria Hotel”, perteneciente al matrimonio Juan y Cristina Burghers

Se adelantó, por algunos años, a otro establecimiento que se haría famoso también por sus huéspedes: el “Hotel La Falda”, luego “Edén Hotel”, habilitado en 1897.

Pero en 1895, el “Gran Victoria Hotel” era el más grande y mejor del valle de Punilla. Y es aquí donde Uriburu estuvo alojado por casi dos meses con su familia y allegados.

Su presencia y lo que hizo ─aunque, en definitiva, poco sabemos─, es una historia recuperada para Punilla, y, sobre todo, para Capilla del Monte.

Uriburu se convirtió ─sin pretenderlo ni saberlo─, en el primer Presidente de la Nación que viajó en el “Tren de las Sierras”; y a la vez, en uno de los primeros enfermos de notoriedad que buscó restablecer su salud en el valle de Punilla, marco geográfico donde años después serían tratados los enfermos de tuberculosis.

El itinerario de su viaje y de su estadía en nuestras sierras, pudo ser reconstruido a partir de diversas crónicas periodísticas publicadas en la prensa de Buenos Aires, Rosario y Córdoba. He aquí la historia:

 

EL PERIPLO DE UN PRESIDENTE

Dado que Uriburu estaría alejado de la Capital Federal durante su permanencia en Capilla del Monnte, debía contar con la autorización del Congreso Nacional, formalismo que fue aprobada el 3 de diciembre de 1895, otorgándole licencia por 60 días.

Diciembre 3: La Cámara de Diputados aprueba la licencia solicitada por el Presidente Uriburu para ausentarse 60 días de la Capitañ Federal y trasladarse a Córdoba para tratar su convalecencia. (Diario de Sesiones de la Camara de Diputados de la Nación, 3 de diciembre de 1895).

Diciembre 4: Muchas personas de su amistad se acercaron a su domicilio para despedirle y expresarle sus buenos deseos. También lo hizo el Arzobispo de Chile, monseñor Mariano Casanova, que se encontraba en Buenos Aires y con quien Uriburu había trabado especial amistad cuando fuera embajador ante el gobierno trasandino en 1891. (“La Prensa”, Buenos Aires, 5 de diciembre de 1895).

Monseñor Casanova le prometió visitarlo en Capilla del Monte durante su gira por el interior de nuestro país, prevista para los siguientes días; promesa que no pudo cumplir ya que el religioso debió retornar imprevistamente a su patria.

Diciembre 5: Uriburu y sus acompañantes abordaron el tren especial del Central Argentino que lo conduciría hasta la ciudad de Córdoba. El diario “La Prensa” lo informó así:

Buenos Aires, 5 de diciembre de 1895

Viaje del doctor Uriburu

“Para las 10 1/2 de 11 mañana de hoy ha señalado el doctor Uriburu su partida con dirección a Capilla del Monte.

El Presidente de la República tomará en la estación del Retiro el tren especial en que ha de hacer el viaje, acompañándole en el trayecto el secretario privado, doctor Ernesto Bosch, el señor Maschwitz, el doctor Valdés y el edecán señor José Uriburu.

Ayer, durante todo el día, numerosas personas de la amistad y relación del doctor Uriburu acudieron a saludarle y desearle un feliz viaje, pronta y completa convalecencia. Entre otros le visitaron el general Roca y todos los ministros, arzobispo de Chile, general Mitre y muchos senadores y diputados.”

 

En el viaje que emprendió esa mañana, además de su familia, lo acompañaban su secretario privado, Dr. Ernesto Bosch; su médico personal, Dr. Valdés; el ingeniero Carlos Maschwitz; y su Edecán, el teniente José Uriburu.

Despidieron al mandatario en la estación de Retiro el general Julio A. Roca, y los ministros del Interior, de Relaciones Exteriores, y de Justicia; ministros de Chile y de la República Oriental del Uruguay; el secretario de la Legación boliviana; y gran número de caballeros, diputados y amigos particulares del doctor Uriburu.

Diciembre 6: Los viajeros llegan a su primer destino. Alrededor de las 6 de la mañana la formación entró en la estación Córdoba.

Diario “El Municipio” de Rosario, 7 de diciembre de 1895

“Córdoba, diciembre 6 – Llegó el doctor Uriburu después de un viaje realizado con toda felicidad. En la estación lo esperaban el gobernador, los ministros, y muchos senadores y diputados. El doctor Uriburu conversó con todos, demostrando así el buen estado de ánimo. Los acompañantes del presidente se diseminaron por la ciudad, visitando sus establecimientos principales. Después de un ligero almuerzo, los viajeros siguieron viaje. El tren que los conduce se demoró algunos minutos en Cosquín, para llegar a Capilla a las cinco y cuarto de la tarde. El gobernador se halla ligeramente indispuesto.

 

Capilla es un lindo pueblo ubicado en una de las sierras más pintorescas de la provincia de Córdoba, paraje indicado por el general Roca al presidente cuando se trató de que este saliera de la Capital Federal para conectarse en parte el haber sido desalojado de la Presidencia.”

La noticia difundida por el diario rosarino habla de un viaje “realizado con toda felicidad”, aunque esta aseveración debe entenderse como “un viaje realizado sin inconvenientes”, porque el doctor Uriburu no se encontraba nada feliz al llegar a Córdoba; sufría de malestares que le obligaron a permanecer en su camarote hasta lograr cierta mejoría.

 A las 5 y media de la tarde, Uriburu y sus acompañantes abordaron un tren especial del Ferrocarril de Córdoba al Noroeste (FCCNA) que los llevaría hasta Capilla del Monte.

Era la primera vez que un Presidente en ejercicio (aunque circunstancialmente con licencia) viajaba en el “Tren de las Sierras”. Los viajeros fueron despedidos por los funcionarios provinciales y el tren partió.

Al llegar a la altura del dique San Roque, el Presidente hizo detener el tren para conocer la grandiosa obra hidráulica.

Las exclamaciones de admiración de los viajeros al contemplar el enorme murallón del dique y su embalse, no cesaron en todo el tiempo que duró la permanencia de los visitantes.

    La nota de color la protagonizó el sombrero del Presidente que, arrebatado por una ráfaga de viento, fue a parar a las aguas del embalse. El capitán de un vaporcito que estaba amarrado en el muelle del duque, acudió rápido a su rescate, y así volvió a prestar servicio a su dueño. (“La Patria”, Córdoba, 7 de diciembre de 1895).

Postal de época dique San Roque y tren del FCCNO

 

La formación continuó su marcha, ingresando al valle de Punilla camino al norte. Hizo una breve parada, esta vez en Cosquín, donde Uriburu fue saludado por los vecinos que aguardaban su paso en el andén de la estación. (“El Municipio”, Rosario, 7 de diciembre de 1895).

Cuando el telón rojizo del ocaso anunciaba el final de la agitada jornada, los viajeros llegaron a Capilla del Monte y se alojaron en el Gran Victoria Hotel, donde todo estaba preparado para recibirlos.

Diciembre 12 En una entrevista realizada al Dr. Valdez en Capilla del Monte, el médico de cabecera del Presidente aseguró que su paciente había hecho el viaje desde Buenos Aires em las mejores condiciones posibles, y quie este lo había soportado sin queja. También dijo que, desde su llegada a Capilla del Monte, se advierte el beneficioso efecto que ha hecho el aire de las sierras en la salud del Presidente, notando que ha recuperado el sueño y el apetito.

El doctor Valdez también se manifestó muy bien impresionado por la calidad de las instalaciones donde Uriburu se encuentra alojado, y consideró que a medida que pase el tiempo y su estado de salud le permita hacer excursiones, su recuperación será notable (“La Prensa”, Buenos Aires, 12 de diciembre de 1895).

Gran Victoria Hotel en Capilla del Monte (foto postal s/f)

 

Diciembre 17 – En la prensa de Buenos Aires se difunden noticias referidas a la salud del Dr. Uriburu, traídas por su secretaria privado, el Dr. Ernesto Bosch, quien había regresado de Capilla el Monte el día anterior. El diario “La Prensa” publicó:

“El Dr. Uriburu adelanta rápidamente en su restablecimiento, reponiendo completamente las fuerzas perdidas y habiendo retomado ya su animación habitual. A tal punto se halla mejorada, que se proponía emprender en esta semana diarias excursiones a los alrededores, visitando a caballo aquellos pintorescos lugares. De todos modos, el Dr.  Uriburu permanecerá en su actual residencia hasta que haya desaparecido el más ligero vestigio de la enfermedad que ha sufrido.” (“La Prensa·, Buenos Aires, 17 de diciembre de 1895).

 Año 1896

Enero 1º No se reciben noticias desde Capilla del Monte, pero se estima que Uriburu y su familia fueron principales protagonistas de la celebración de las fiestas de fin de año.

Enero 9 Uriburu adelanta a los cronistas de prensa que, entre el 20 y 25 de enero, emprendería el regreso a la Capital Federal, no sin antes detenerse uno o dos días en la ciudad de Córdoba para recorrerla, ya que hacía muchos años que no la visitaba.

No obstante, personas allegadas con funciones en el Gobierno nacional le sugirieron que permaneciera en Capilla del Monte hasta su completo restablecimiento, dado que no había en esta época asuntos de urgencia que requieren su atención.

Mientras tanto, continúa realizando excursiones a distintos puntos de las sierras cercanas a Capilla del Monte (Diario “La Prensa”, Buenos Aires, 10 de enero de 1896).

Enero 12 – Uriburu sale por primera vez dee Capilla del Monte desde su llegada.  y viaja hasta Cosquín.

Aunque la crónica no lo menciona, es casi seguro que su visita fue anticipada al Jefe Político departamental, ya que Cosquín es cabecera administrativa del Departamento Punilla.

Ante la numerosa concurrencia que se había congregado para recibirlo, Uriburu manifestó su complacencia por los progresos de esta villa, su bello entorno, y el creciente número de familias que veraneaban allí.

Al atardecer, Uriburu regresó a Capilla del Monte, diciendo que tenía intenciones de extender su estadía en nuestras sierras hasta fin de enero.

Enero 15: Cartas despachadas desde Capilla del Monte dan cuenta de que el mandatario muestra una rápida y favorable evolución de su estado de salud, manifestando que, tanto él como su familia, se encuentran muy cómodos en el Hotel Victoria, donde reciben toda clase de atenciones y nada falta (Diario “La Patria”, Córdoba, 16 de enero de 1896).

Enero 17 Demostrando su buen estado de salud, Uriburu continúa realizando paseos por los alrededores del pueblo y sitios de interés turístico (Diario “La Patria”, Córdoba, 18 de enero de 1896).

Enero 18: Uriburu envía un telegrama al gobernador de la provincia poniéndole al tanto de su recuperación, la que adjudica al benéfico clima de nuestras sierras. (Diario “La Patria”, Córdoba, 19 de enero de 1896).

Enero 20: Viajeros procedentes de Capilla del Monte confirman que Uriburu realiza diariamente cabalgatas, acompañado por su esposa y sus dos hijas (“La Patria”, Córdoba, 21 de diciembre de 1895).

Enero 29: Ante el aviso telegráfico de que Uriburu decidió finalizar su estadía en Capilla del Monte y regresar a la Capital Federal, en horas de la tarde se despacha un tren especial para buscar al Presidente y a sus acompañantes.

Enero 30 A las 5 p.m., llega a Córdoba el tren que trae al Dr. Uriburu.

En la estación ferroviaria lo esperaban el gobernador Figueroa Alcorta, el obispo diocesano y su secretario; los ministros de Gobierno y de Hacienda, doctores Vivanco y Posse; el Sub-intendente de Policía, señor Machado; el señor Boquet Roldán; el diputado nacional Dr. Almada; el señor Heraclio Román, y otras personas.

Además de su esposa y sus dos hijas, acompañaban al Presidente su secretario privado, Dr. Bosch, y otras personas.

Aunque Uriburu se manifestó, por enésima vez sobre su estado de salud, asegurando de se estaba completamente restablecido, los periodistas dejaron trascender que lo notaron algo fatigado.

Seguidamente, el los viajeros fueron alojadas en el Hotel San Martín.

Acto seguido, Uriburu, acompañado por Figueroa Alcorta, fue llevado a recorrer la ciudad,.visitando los lugares más emblemáticos.

Se detuvo en la plaza General Paz, admirando la estatua del vencedor de San Roque, La Tablada y Oncativo. Luego visitó el teatro Rivera Indarte, que recorrió detenidamente.

El paseo continuó por el Parque Crisol y el antiguo Paseo Sobremonte, el que Uriburu había conocido 20 años atrás, con álamos y sauces que ahora estaban añosos.

Admiró el monumento al doctor Dalmacio Vélez Sarsfield y recorrió varias calles y sitios que le eran conocidos y le traían gratos recuerdos.

Al día siguiente visitó la Academia de Ciencias, la Universidad de Córdoba y algunos templos. También el gobernador le mostró el flamante dique para regatas que se había construido en el curso del río Primero, a la altura de la calle Rivera Indarte

Uriburu no concedió entrevistas a los cronistas de prensa que seguían sus desplazamientos, pese a la promesa en tal sentido que había hechos Figueroa Alcorta (“La Patria”, Córdoba, 31 de enero de 1896).

Febrero 1º Los viajeros regresan a Buenos Aires. El Presidente y su familia se instalan en su residencia de Quilmes.

Febrero 4 El general Roca, aun ejerciendo interinamente la primera magistratura, visita al doctor Uriburu en Quilmes para arreglar el traspaso de mando (“La Prensa”, Buenos Aires, 4 de febrero de 1896).

Febrero 6 La prensa difunde la noticia de que Uriburu se haría cargo de la Presidencia el sábado 8 de febrero (“La Prensa”, Buenos Aires, 6 de febrero de 1896).

Febrero 8 Uriburu se hace presente en la Casa de Gobierno para entrevistarse con el general Roca, acordando que asumiría el mando el lunes 10 de febrero.

Febrero 10 El Presidente Uriburu acude a la Casa de Gobierno para asumir el mando. Lueogo permaneció en su despacho durante varias horas, recibiendo la visita de varias personas. Más tarde se dirigió a la estación del Ferrocarril Sud y abordó el tren de las 5 y media con destino a Quilmes, donde poseía una residencia (“La Prensa”, Buenos Aires, 11 de febrero de 1896).

 

 


Se agradece la inestimable colaboración para realizar este trabajo, a las siguientes personas:

–     Héctor Decándido, administrador del sitio web “Caminos y Pueblos”, quien realizó la búsqueda de información en el diario on-line “El Municipio” de Rosario de Santa Fe, de 1895 a 1896.

–     Alfonsina Panatteri, encargada del Archivo Documental y Hemeroteca de la Universidad Nacional de Córdoba, quien me facilitó el acceso a las publicaciones del diario “La Patria” de Córdoba, de la misma época.

–     Marta Zanutti y su equipo de trabajo, de la Hemeroteca del Congreso Nacional, quienes realizaron la búsqueda y envío de publicaciones del diario “La Prensa” de Buenos Aires.

–     María Elsa Peroni, de la Junta de Historia de Cosquín, por su aporte documental.

–     Oscar Herminio Herrera Gregorat, diseñador gráfico, autor del sitio web “Córdoba de Antaño” y sus grupos de Facebook, que se encarga de la edición de imágenes y textos de mis trabajos.

 

NOTA DEL AUTOR

Cuando estaba a punto dee concluir la redacción de esta crónica, tomé conocimiento de la existencia del libro titulado “Casos y cosas del viejo Cosquín”[1], cuyo autor es el prestigioso historiador Efrain Bischoff, quien también aborda el viaje del Presidente Uriburu a Capilla del Monte y su visita a Cosquín en enero de 1896. (Pág. 67 “Un Presidente en las sierras”)

Bischoff, al igual que hice yo, tomó como fuente de información las publicaciones del diario “La Patria” de Córdoba, correspondientes a esa ápoca.

Por este motivo, los lectores encontrarán similitudes de contenido entre ambos trabajos; salvando las distancias, por cierto, ya que mi aporte está lejos de la magistral pluma del historiador cordobés.

No obstante, mi crónica “Vacaciones de un Presidente” contiene episodios que Bischoff no incluyó en su libro, las que he recogido de otras fuentes de información.

En contrapartida, Bischoff narra los pormenores de la visita presidencial a Cosquín, brindando detalles que mucho ha estudiado.

Como resultado, ambos escritos no se contraponen, sino que se complementan para enriquecer la historia que se pretende rescatar.

 

 

Fuente:
cronicasdevillacarlospaz.blogspot.com  
18/01/ 2025

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