Marcos Juárez: Monumento al General José de San Martín

Marcos Juárez San Martín en mi pueblo

por Alejandro Cagliero

En 1950, se cumplían 100 años del fallecimiento del General José de San Martín, por lo tanto, el gobierno nacional declaró al mismo, mediante la ley 13.661, como “Año del Libertador General San Martín”, con el objeto de promover homenajes al padre de la Patria a lo largo y ancho del país.

 

 

La ciudad de Marcos Juárez no fue ajena a este llamamiento y, en noviembre de 1949, el Comisionado Municipal, Dr. Rafael D’Accinni invitó a los directores de las escuelas locales a reunirse en asamblea y crear, mediante el decreto municipal N° 998 “A”, la denominada “Comisión de homenaje al Libertador General Don José de San Martín”, la cual fue presidida por la docente Amalia Grande. El objetivo de esta comisión no solo era organizar los eventos conmemorativos en la ciudad, sino que también buscaba erigir un monumento en honor a San Martín.
Para ello, se inició la colecta pro-monumento, a la que los vecinos aportaban según sus posibilidades económicas. Para fines de 1950, se llamó a una licitación privada para esculpir la estatua del prócer y se estableció un premio de $25.000 para el ganador de la misma.

 

 

En lo referente a la estatua, se determinó que la misma debía representar a San Martín de pie, en uniforme de gala militar con actitud serena y con dimensión de una vez y media la estatura del General. Respecto a por qué se lo representó de pie, la revista Sendas (del año 1952), afirmó que San Martín no solo era un héroe militar, como lo mostraban las estatuas ecuestres, sino que también fue una persona excelsa y ejemplar en todos los instantes de su vida.
En mayo de 1951, la licitación había terminado y, la misma, había sido ganada por el escultor español, radicado en Tucumán, Ángel Dato. Al mismo tiempo, se logró la aprobación del Instituto Sanmartiniano para llevar adelante el proyecto.

En marzo de 1953, ya se encontraba listo el plano del basamento, el cual mediría 3 metros de altura y sería construido en granito. En mayo del mismo año, la Fundición Estatuaria de Humberto Radaelli, situada en Buenos Aires, informó que la estatua ya estaba fundida, cincelada y en proyecto de armado. Sin embargo, para esa época, ya no se contaba con dinero para poder seguir financiando la obra; por lo tanto, la Municipalidad estableció un impuesto del 5% sobre las entradas a los espectáculos públicos, al mismo tiempo que se realizaban bailes y se recibían donaciones privadas para poder concluir el tan ansiado monumento.

 

 

En 1954, se suscitó otro problema referido a dónde ubicar la estatua del prócer una vez finalizada. La idea de la Comisión, como también de la Municipalidad, era ubicarlo en el centro de la entonces plaza Eva Perón, actual plaza General Paz, ubicada en calle Lardizábal entre España e Italia. Pero, en dicho lugar, se encontraba un mástil con la bandera nacional. Frente a esta encrucijada, las autoridades municipales pidieron asesoramiento al Ministerio de Obras Públicas de la Nación. El dictamen fue emplazar el monumento en el centro de la plaza y trasladar el mástil a un costado de su lugar central.

Finalmente, solucionados estos obstáculos, el 17 de agosto de 1956 fue inaugurada la estatua a San Martín. Dicho evento contó con la presencia de público y autoridades locales, y de los soldados del Regimiento de Granaderos. El monumento contó con la bendición del presbítero Luis Bin y fueron oradores centrales, la directora de la escuela Bernardino Rivadavia, Victoria Calvo y el Delegado Municipal, Dr. Arredondo. Finalmente desfilaron los alumnos de las escuelas de la ciudad y, concluyó así el homenaje que, como reza la placa de bronce ubicada en el basamento, hizo “El pueblo de Marcos Juárez al Padre de la Patria”.

 

 

 

Fuente:
Revista Sendas de la historia (2012). Cuando San Martín llegó a Marcos Juárez. Abril 2012, (29)8.

 

 

 

 

 

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