Continuamos con el ciclo titulado “Nuestras Historias Rurales”. En este caso, recorriendo caminos de tierra que nos permiten transitar por los campos del Sudeste cordobés para llegar a la “Colonia 25” y presentarles un nuevo video.
El lugar de encuentro fue el pueblo “Río Tercero-Campo 25” donde nos esperaban nuestros anfitriones para auspiciarnos de guías. Comenzamos nuestro itinerario ingresando a las instalaciones de la escuela Martin Güemes, para continuar visitando la Capilla San Pedro y posteriormente llegarnos al club Centro Juventud Unida.
Queremos agradecer muy especialmente, a todas aquellas personas que están haciendo posible la realización de este proyecto que les presentamos a continuación.
“Pueblo Río III – Colonia 25”
Nos encontramos en el paraje conocido como “Pueblo Rio III, Campo 25” ubicado en la provincia de Córdoba, en el Departamento Marcos Juárez, a 20 Km al Sur de la localidad de General Roca y 20 km al Norte de Los Surgentes. Para conocer los orígenes de este pueblo nos remitimos al libro de A. J. Toselli, titulado “La saga de una familia inmigrante” Los Garbero del Campo 25, donde podemos leer:
“En 1892, a unas 6 leguas al noroeste de Cruz Alta se había demarcado lotes de terreno virgen, de altos pastizales, para formar un pueblo con parcelas de varias medidas, que se llamaba pueblo Río Tercero-Campo 25, Colonia Juárez Celman. El nombre lo recibió de la Estancia 25 o del señor Luis Vicario, vendedor del loteo”. En 1992 al conmemorarse el centenario de su fundación se le rindió un homenaje a los hermanos Romano y Juan Tieppo “(…) en memoria de la construcción de la primera casa para familia y primer salón para venta de carne vacuna en el pueblo (…)”
La inauguración de dicho comercio se concretó (…) “el cuarto domingo de agosto de 1892, para lo cual invitaron a los vendedores de las Colonias Juárez Celman y Cruz Alta (…) y otros de las colonias vecinas (…) Al mismo tiempo resolvieron la compra de animales vacunos y varios caballos de tiro para las jardineras de reparto, para lo cual vieron a un vecino italiano que disponía de dichos elementos para la venta y al señor Felix Besso y Doña Magdalena Marconetto de Besso.(…) A la mañana de la fecha indicada, carnearon un novillo y lo colgaron en el salón de venta para carne; con la balanza, sierras y cuchillos de carnicería (…) Esa misma tarde mandaron a carnear otro animal, porque en la madrugada del día lunes, previa preparación con el nombre de cada cual en cajones y ganchos preparados al efecto, se debía realizar el reparto a domicilio, mediante dos jardineras”.
El lugar de encuentro, con nuestros anfitriones, fue la escuela de nivel primario “Martín Güemes” desde donde comenzamos nuestro recorrido, ingresando a este establecimiento para conocer y compartir una parte de su historia. En el año 2002, al celebrarse sus “75 años sembrando y cosechando” se publicó una reseña histórica que compartimos:
“El día 27 de septiembre de 1927, inauguraba sus clases la pequeña Escuela Rural Nacional Nº 269, en un estrecho local, cedido gentil y gratuitamente por la señora María viuda de Catelli (…) En 1930, exactamente el 15 de marzo, con una inscripción de 79 alumnos y después de mucho esfuerzo, se trasladó la escuela al flamante edificio, construido por la sociedad cooperadora, contando en aquel entonces de un salón aula, un zaguán y una galería.(…) El 9 de julio de 1939 se inauguró la nueva aula (…)En noviembre de 1968, se finaliza la construcción de los sanitarios (…) En 1978 la Escuela Nacional Nº 269 pasa a pertenecer a la provincia por lo que la Señora Directora Marina Miguel conjuntamente con los miembros de la Cooperadora deciden colocarle el nombre de “MARTIN GÜEMES”, lo que es aceptado por el Consejo Nacional de Educación”. En la actualidad la escuela sigue abierta, posibilitando y garantizando el acceso a la educación primaria a los niños de dicha comunidad.

Cruzamos la calle para conocer la Capilla San Pedro, que fue construida en el año 1949. En una pared de la sala, que pudo oficiar como secretaría parroquial, se encuentra el pergamino que recuerda a sus fundadores. Del libro “Entre el campo y el cielo” extrajimos el siguiente párrafo:
“(…) La capilla presenta una sola nave, con techo de dos aguas, atrio y seis ventanas simétricas, ubicadas tres en cada lateral. Posee una torre sin campanario. Los trece bancos de cada lado de la nave permiten calcular su capacidad, que aproximadamente es de ciento cincuenta personas sentadas. El retablo es de madera, sin hornacinas, adornado con las imágenes de San José, San Pedro y Sagrado Corazón de Jesús. En el frente de la mesa del altar se encuentra una importante lámina de la Última Cena”.
Nos cuentan los vecinos que hasta el año 2016 los niños podían tomar allí su Primera Comunión y desde el año 1990 hasta esa fecha, la docente Adriana Piclú fue la encargada de enseñarles catequesis. En la actualidad, una vez al año y en el día de su patrono “SAN PEDRO”, cada 29 de junio, se llega hasta allí el párroco de General Roca para dar la “Misa” y realizar la correspondiente “Procesión”, finalizando la celebración con la gente de la comunidad reunida en la escuela para tomar la Chocolatada y comer torta.

A corta distancia, cerrado y en continuo deterioro vemos las instalaciones de lo fuera el Club Centro Juventud Unida, fundado el 20 de mayo de 1921. Alberge de los grandes bailes del “Campo 25”, las chopeadas del mes de febrero y los almuerzos de la vaquillona deshuesada con puré en septiembre, que incluían el juego de la ruleta. También testigo de numerosos encuentros para el juego de naipes o de bochas y organizador de campeonatos de futbol, donde participaban equipos de las localidades vecinas. Su esplendor fue disminuyendo y su funcionamiento se pudo sostener hasta 2016.

La gente del lugar recuerda que entre 1960 y 1970 la población urbana del pueblo era aproximadamente de unas 100 personas, contando con una Sede Policial que funcionaba en edificio propio y servicio de Estafeta de Correo, cuya correspondencia era recibida dos veces por semana en el boliche de Fornasero.
En 1886 Alfredo Arteaga le compró al Banco Argentino 50.064 hectáreas de campo que posteriormente subdividió en parcelas para fundar allí la Colonia Agrícola “Juárez Celman” y proceder a la venta o alquiler de concesiones. Uno de los primeros compradores sobre la banda Norte del Río Tercero, posteriormente llamado Carcarañá desde su confluencia con el río Saladillo, fue el Sr. Luis Vicario quien fuera el propietario de la “Estancia 25”
En el diario rosarino El Municipio del 25 de septiembre de 1890, podemos leer un artículo titulado “Nazario Casas y la colonia Juárez Celman” del cual extrajimos algunos fragmentos:
“Hay en la Colonia Juárez Celman, en su parte denominada “Campo 25”, de 25 a 30 colonos que riegan con el sudor de sus frentes, los surcos que el arado deja en la tierra (…) han visto malogradas sus cosechas (…) pero ¡cuáles han sido sus decepciones! ¡cuál su desaliento! al ver en un instante destruido todo lo que tanto sacrificio les costó. No destruido por la mano de la fatalidad, no, señores, sino por una manga de langostas cuadrúpedas (…) son los animales que componen la hacienda de Nazario Casas, y son más de 8.000 animales que convierten esas colonias productivas, en campo de pastoreo, cobijados por las prerrogativas indebidamente tomadas por dicho señor (…)”
Responsables
Coordinación y textos: Héctor Decándido
Grabación y edición: David Robledo
Fotografía: Leonardo Cristófoli
Voces:
- Claudia Cerón
- Adriana Palmieri
Participantes:
Marina Miguel de Sagasta (Ex-docente)
Adriana Piclú (Ex-docente)
Alejandra Guevara (Docente)
Mercedes Manetti
Norma Pirani
Gustavo Alemano
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